Los días de descanso de Semana Santa pueden ser un buen momento para iniciarse en deportes al aire libre. En concreto, te animamos a que pruebes el running, un gran complemento a las actividades que puedes practicar en nuestro centro, ya sean aeróbicas o funcionales. Si ya asistes a alguna de ellas, puedes preguntar a tu profesor o profesora qué rutina puedes hacer en casa para no perder el ritmo. Por otro lado, desde aquí queremos darte algunos consejos si vas a aprovechar la mejora del tiempo para salir a correr y tienes poca o ninguna experiencia como runner.
Cuestión de pies
Para empezar, asegúrate de tener unas zapatillas adecuadas a tu pisada y a la superficie sobre la que vas a correr. Evidentemente, no es lo mismo correr en el monte que sobre asfalto. En un establecimiento especializado te puedes orientar sobre esto. En cuanto a la talla, mide tu pie desde el final del talón hasta el dedo más largo y al menos coge unas zapatillas que sean 0,5cm más largas (si no, te dañarás las uñas y los dedos). Es importante que los dedos tengan suficiente espacio para moverse, y a la hora de comprarlas te conviene ir a primera hora de la tarde, cuando el pie tiene la dilatación adecuada (ni poca ni mucha) para acertar con la talla. Por otro lado, si piensas reciclar zapatillas viejas, no optes por ello si hay roturas de corte en la suela o esta tiene un desgaste excesivo… todos estos aspectos son fundamentales, ¡te ahorrarán lesiones! ¡Ah! Y no olvides los calcetines: tienen que ser transpirables, ajustarse bien y no tener costuras para librarte de tener ampollas.
La buena rutina del running
Recuerda hacer ejercicios previos para evitar hacerte daño. Tienes que poner en marcha la movilidad de las extremidades de tu cuerpo (hombros, cadera, rotación de rodillas, pies, cabeza…). En cuanto al ritmo, al igual que tu sesión de entrenamiento en el polideportivo, debes empezar suave (caminando enérgicamente o con un trote ligero durante 10 minutos aproximadamente, dependiendo del rato que vayas a correr); después puedes aumentar la intensidad, pero debes encontrar tu ritmo y acompasarlo a la respiración. En esto te ayudará mucho acompañarte de buena música ;). Por último, vuelve al trote suave durante 5 o 10 minutos y termina estirando para reducir la tensión muscular. Estirar, como sabes, es importantísimo para mejorar tu flexibilidad y prevenir lesiones.
Para iniciarse en el running, los expertos recomiendan intercalar caminatas energéticas o trotes suaves en mayor proporción que correr. Gradualmente podrás invertir las proporciones.
Hidrátate
Cuando corras aumentarás tu temperatura corporal y tu cuerpo segregará sudor para refrigerarse. Tienes que compensar esta pérdida de agua bebiendo antes y después de correr. Si no estás acostumbrado a correr, probablemente empieces con tandas breves; una vez aguantes períodos largos, procura hidratarte también durante la carrera.
