¿Por qué apuntarles a judo? Nuestras familias responden

familias de judokas en el polideportivo larraona

¿Por qué el judo es un deporte tan completo? El judo además de ser una actividad deportiva que ayuda a desarrollar el equilibrio, la fuerza y las habilidades motoras, está basado en unos valores muy positivos como el respeto, la disciplina y el esfuerzo. Así lo describen algunas de las familias más veteranas de nuestros judokas, que llevan 9 años entrenando con nosotros. Hablamos con ellas para compartir su experiencia.

 

judoka en medio de un combate

 

¿Por qué el judo?

Los motivos para apuntar a sus retoños a judo son variados: familiares judokas, consejos profesionales, o simplemente por cursar una extraescolar deportiva.

 

“Le apuntamos porque soy cinturón negro cuarto dan de judo, sé las muchas cosas positivas que aporta este deporte, conozco a Alfredo hace muchos años y conocía de sobra su calidad como profesor de judo”, nos cuenta una familia.

 

“En nuestro caso fue también cosa de su padre porque había hecho judo de niño y por los grandes valores que inculca en el desarrollo de estos peques”, añade otra.

 

Otra madre que lleva a todos sus hijos a judo, también nos comenta que en su caso la tradición viene un poco de familia: “Mi hermano era judoka y yo iba a verlo a las competiciones.”

 

La influencia de los educadores es muy importante, así lo demuestra el testimonio de otra familia:  “Nuestra relación con el judo nace con un consejo de una profesora de nuestra hija mayor, y después de mirar varios sitios nos decidimos por Larraona. ¡Gran elección!”

 

judoka haciendo una lave sobre su contrincante

 

¿Qué les ha aportado el judo?

Una madre, profesora de Infantil y Primaria, explica el papel del deporte en la educación: “El deporte ayuda a los niños a aprender a seguir unas normas, una rutina, a seguir al monitor… Me parece fundamental por la salud, y más aún hoy en día, que se sigue un estilo de vida bastante sedentario”.

 

El deporte es esencial para un desarrollo físico sano y para el proceso de maduración y crecimiento, pero las familias están de acuerdo en que el judo no es sólo una actividad física. Ayuda a integrar unos valores muy positivos y necesarios, sobre todo en el desarrollo de los más pequeños.

 

Hemos visto cómo el judo le ha enseñado a pelear los pequeños –y no tan pequeños– combates que la vida te plantea. Siempre con respeto y educación, sabiendo que hay veces que uno pierde y se levanta, y no pasa nada. Sabiendo perder y también ganar, pero siempre dando al final un abrazo al compañero” expresa una familia.

 

“Proporciona unos valores, un respeto al contrario y al profesor, que lo hacen inmejorable. Es un deporte que subraya y fortalece el esfuerzo de superación, de mejora, de progreso personal”, opina otra familia.

 

A través del judo se favorece también la socialización. Como dice otra familia: “Es un deporte individual a la hora de competir, pero colectivo y en grupo a la hora de entrenar, hay mucha convivencia.”

 

Mediante la actividad se divierten, hacen amigos y salen de su zona de confort, viviendo nuevas experiencias: “El nuestro empezó con 4 años en segundo de Infantil y nunca se ha planteado dejarlo, ya que se encuentra muy integrado y a gusto con el resto. Aparte de los beneficios, le resulta divertido”, comentan otros.

 

familias sonrientes en el campeonato nacional de judo

 

Un ambiente distendido y familiar

El ambiente entre los judokas es sano y positivo, los niños “hacen piña” y los padres también: “Hemos encontrado una pequeña familia. Con el resto de padres hemos hecho muy ‘buenas migas’, otro regalo que nos llevamos, además de que nos han enseñado a amar este deporte”, confiesan algunos. “Son felices, y nosotros viéndolas también … ¿Quién sabe si el día de mañana nos animaremos a montar una clase de padres?”

 

Nerea destaca que el ambiente es muy variado: “Hay familias que son del Colegio Larraona y otras que no, pero empastamos, hay muy buen ambiente, nos juntamos en los campeonatos”.

 

Por último, todos están de acuerdo en la implicación y el buen trabajo de los entrenadores, Alfredo Elizalde y Gustavo Zubieta:

 

“Alfredo y Gus son grandes maestros y cuidan de ellos en todos los sentidos”, nos dice una familia.

 

El resto de padres y madres están de acuerdo: “Por nuestra parte, solo agradecer a Alfredo y Gus su implicación, paciencia y cariño con estos pequeños y no tan pequeños judokas, que les anima a disfrutar de este deporte tan completo y lleno de valores como la disciplina, el esfuerzo y el respeto.”

 

Nos llena de alegría escuchar estos testimonios y participar junto a las familias, año tras año, en esta labor tan bonita que es la educación de los niños y niñas, en concreto, la educación en valores y la enseñanza del judo.

 

Si quieres formar parte de nuestras familias de judokas no dudes en apuntar a tu hijo o hija a la actividad en nuestra web.