Este año el calor llega con fuerza, por lo que, a nivel de deporte y salud, debemos prepararnos para protegernos adecuadamente. Esto empieza desde algo tan básico (y a veces tan olvidado) como los pies. Mantener una higiene adecuada es esencial en estos meses, sobre todo para los deportistas. Con el calor aumenta la sudoración, se hinchan los pies y aprieta más el calzado, los calcetines se humedecen antes… Las condiciones ideales para que infecciones fúngicas como el pie de atleta aparezcan y se propaguen.
¿Qué es el pie de atleta?
Se trata de una infección de la piel provocada por hongos que es muy común. Este tipo de hongos, de la familia de los dermatofitos, suelen aparecer entre los dedos del pie, y se puede expandir hasta la planta o el talón. Es habitual que se propaguen en superficies mojadas como duchas y piscinas o que aparezcan debido a una excesiva humedad en el interior del calzado, por los niveles de calor y la sudoración producida durante el ejercicio, por eso se le llama pie de atleta.
¿Cómo se contagia el pie de atleta?
El hongo se trasmite por el contacto con una persona o una superficie infectada (toalla, suelo, calzado…) y es muy contagioso. Por eso es importante mantener una buena higiene y algunos hábitos preventivos, como andar calzado en duchas, piscinas y vestuarios.
¿Qué síntomas tiene?
Uno de los síntomas más claros es que la piel del pie (dedos, planta, costados…) se agrieta, formando escamas que se desprenden. También puede ir acompañado de picor, de un enrojecimiento de la piel, de ardor, de ampollas y úlceras y/o de mal olor.
¿Cómo se puede tratar el pie de atleta?
Lo más común es utilizar algún medicamento antimicótico, en crema o polvo que se aplica sobre la piel. Para casos más severos también existen medicamentos orales. El médico valorará y prescribirá el tratamiento oportuno.
Consejos para prevenirlo
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Mantén los pies limpios y secos
Lava regularmente los pies con agua y con jabón y, sobre todo, no olvides de secarlos con una toalla. Presta especial atención a los espacios entre los dedos de los pies.
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Usa chancletas en los vestuarios, sauna y duchas
Evita ir descalzo por superficies mojadas, tanto en el gimnasio Polideportivo Larraona como en otros espacios públicos, como hoteles o piscinas.
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Utiliza un calzado que transpire
Intenta llevar zapatos ligeros y abiertos, como sandalias. Si son cerrados, opta por zapatillas de buena calidad fabricadas con un material que transpire.
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Cambia de calcetines frecuentemente
No olvides cambiar de calcetines regularmente, incluso más de una vez al día si están húmedos. Y si eres una persona propensa a una excesiva sudoración, prueba a aplicarte polvos de talco para mantener los pies secos.
Te animamos a adoptar estos hábitos saludables para evitar que padezcas esta infección y a acudir al médico en el caso de que notes algún síntoma. ¿Quieres saber más? Conoce otros consejos de salud siguiendo nuestro blog y redes sociales o pregunta a nuestros profesores.