La cafetería de Life Gym es un cruce de caminos entre el colegio, el polideportivo, el gimnasio y el Colegio Mayor Larraona. Y también se cruza con el Camino de Santiago 😉 Una bisagra de actividad deportiva, educativa y social. Y en ese espacio tan de todos, Adriana Alvés, que lo regenta, es testigo de lo que supone pasar por Larraona, hacer amigos y familia. Para ella “Larraona es lo mejor, es todo para mí”.
En la cafetería-bar del gimnasio-polideportivo, Adriana lo tiene todo a punto, gracias a la experiencia en Hostelería amasada durante más de veinte años. Esta empresaria todo terreno de 47 años, de origen brasileño, oferta un servicio que sigue el ritmo de las actividades deportivas. Cafetería y deporte van a la par.
Prepara comida por encargo toda la semana para comer in situ: sobre todo menús y platos combinados; cocina tostas recién hechas sobre tablillas de madera (de calabacín, jamón, tomate natural, rúcula…); menús saludables siempre que se lo piden; todo tipo de ensaladas (“me encantan”); rabas, bocatas de jamón ibérico, nuggets, pizza, croquetas, pintxos de tortilla, perritos calientes, minihamburguesas… “Y cuando me piden una bebida, les obsequio con una tapa de la casa”.
Llegado este punto, hay que decir que si algo es superior y con ‘estrella’ en esta cafetería, es su “tarta natural de zanahoria, con aceite de oliva, Nutella, lacasitos y kitkat”. “¡Es un éxito! Los niños no quieren otra cosa, no piden chocolate, piden la tarta de zanahoria. Y también lo piden los monitores del gimnasio que pasan por aquí, y los que quieren tomar algo especialmente sano”. Lo dice con orgullo Adriana, que prepara con mucho cariño estas tartas para las celebraciones de cumpleaños de los niños, organizadas mediante reserva anticipada. Dice Adriana que aunque hay mucha demanda –tiene reservas con 3 y 4 semanas de antelación–, solo acepta un cumpleaños al día. “Quiero trabajar bien, si no trabajo bien, no trabajo”. Este servicio es muy práctico para los padres de niños que hacen extraescolares. Y es muy especial para los niños, por lo que ese día la cafetería se viste con una bonita decoración.
En todo este trajín de públicos tan diferentes, es importante que todo sea sano y sea lo mejor (“hay que trabajar como si fuera para ti, pero mejor todavía”). Por eso Adriana se encarga ella misma de comprar las materias primas. Siempre que puede cocina al horno y con los ingredientes más naturales, sabiendo que es un espacio deportivo y que tiene que ajustar bien los precios y “no competir con los que hay en la calle”.
La cafetería abre de lunes a viernes, de 16.30 a 20.30 horas, y los fines de semana según partidos y eventos. Es el horario heredado de la pandemia, durante la cual se han visto obligados a abrir y cerrar al ritmo de los acontecimientos. Entre semana acuden más personas del gimnasio, los viernes sobre todo padres de niños que están haciendo deporte, y el fin de semana la actividad se acelera con los partidos de baloncesto. El ambiente es cambiado, rico y fluctuante, y la clave está en adaptarse con flexibilidad, igual que en Life Gym todo está pensado para adaptarse a las distintas edades, ritmos y horarios de los deportistas. Es nuestra llave maestra: hacer un gimnasio para todas las generaciones y para las familias.
Que se lo digan a Adriana Alvés, que ha visto crecer a sus hijas en las aulas del colegio Larraona, las ha visto practicar judo y baloncesto en sus instalaciones deportivas, y desde hace más de dos años contribuye con pasión a convertir este espacio en agradable espacio de encuentro deportivo y gastronómico.
