¡Hora de moverse! Zumba infantil con Ainhoa

grupo de niñas haciendo un baile de final de curso

Ainhoa Riaza es una joven alegre de 26 años. Los últimos cuatro, los ha pasado impartiendo clases de baile a niños y adultos, y desde el curso pasado es la profesora de la extraescolar de zumba infantil. “Me apasiona bailar”, afirma, “y estoy encantada en Larraona, hay un ambiente muy familiar”.

 

profesora de zumba bailando en el gimnasio

 

En qué consiste la extraescolar

La profesora explica que zumba kids difiere bastante del zumba para adultos: “Los pasos de baile son mucho más simples, tiene un estilo muy lúdico y el objetivo añadido de aprender a relacionarse con los otros niños”.

Los pequeños llegan a las clases con mucha energía, que Ainhoa canaliza a lo largo de las distintas partes de la clase. Para empezar, el ensayo de tres o, a veces, cuatro coreografías, en el momento en el que están más concentrados, para que los alumnos aprendan y memoricen los pasos. A continuación, les prepara un circuito para que desarrollen distintas habilidades: “Les gusta bastante. Les pongo a saltar, a botar la pelota hacia un lado y hacia otro… Muchas veces es de dos en dos, sobre todo para las niñas más pequeñas”. Por último, terminan la clase con un rato de juego. “Un ejemplo de juego es que cada uno se invente su paso de baile, o que lo hagan en pareja”.

 

niñas pequeñas bailando zumba

 

El objetivo del curso es que aprendan las coreografías ensayadas: “Que memoricen y sepan bien los pasos, que disfruten del baile y le cojan cariño a lo que es el zumba”. El año pasado estos resultados se vieron plasmados en el festival de fin de curso que organizamos: “Hicieron las coreografías muy bien y vi disfrutar a las niñas, por eso yo también disfruté. Para mí eso es lo más”, declara Ainhoa. Además, es una satisfacción que parte de ellas repitan de un año para otro y que se hayan sumado muchas incorporaciones, también de dos pequeños: “Me hace ilusión que los chicos bailen. En general solemos ser todo chicas”. En total, son unos dieciséis alumnos en clase.

Estos niños se llevan distintos beneficios a casa tras cada sesión de baile. “Quemamos calorías, quitamos el estrés del día y nos vamos a casa más satisfechos. Hay veces que las niñas están tristonas o les da más pereza al empezar la clase, pero veo que tras un mal día salen con una sonrisa. La música y el movimiento nos ayuda a estar más felices. ¡El zumba es fiesta!

 

profesora joven de zumba infantil

 

Miedos fuera

El baile no solo ayuda a desarrollar la motricidad y la coordinación, también contribuye a crecer en seguridad y confianza en uno mismo. Ainhoa puede dar fe de ello.

Yo antes era muy tímida, en los bailes del colegio siempre me ponía detrás. Después me apunté a zumba por probar, y me sorprendió. Había hecho bailes más completos (urbanos, contemporáneos…) y me chocó la mezcla de estilos, pero poco a poco me fue gustando más. Me hice bastante amiga de la instructora, quien me introdujo en este mundillo. Así, me saqué el título de profesora de zumba, y me encantó. Me quité el miedo a bailar ante gente desconocida. Ahora ni vergüenza ni nada, me dedico a tiempo completo a esto. Es lo que más me gusta, dar clases y estar en el mundo del fitness”.

Sobre la docencia, explica que cada profesor tiene su estilo y su manera de hacer las cosas, pero lo importante es que el objetivo de la actividad es compartido: disfrutar bailando, quemar calorías y sentirse bien y alegre. Para enseñar a niños, hay que tener una paciencia y una vocación especial, además:

“Está siendo una experiencia muy buena. Lo que más me gusta de dar clase a los niños es su alegría, su naturalidad, sea para algo bueno o malo. Son transparentes, y eso me encanta. Es una maravilla”.

No obstante, también tiene su parte de reto: “Lo malo es que no se saben centrar; no podemos estar una hora concentrados en hacer coreografías, porque enseguida se distraen”.

Por ello, Ainhoa los guía y estructura la clase en distintas partes, para mantener su atención, haciendo que sean sesiones dinámicas. También intenta mezclar distintos tipos de baile (hip hop, cumbia…), aunque los niños le piden siempre canciones actuales, que tiran mucho hacia el pop. “Creo que estoy consiguiendo que les guste el zumba y el baile”.

 

niñas haciendo un paso de baile de zumba

 

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