2008. Asier Lucas Ibáñez, era socio del polideportivo y, en aquel año, empezó a asistir a las clases de spinning. Dos años después (2010) se sacó el título de monitor y empezó a dar clase en nuestras instalaciones. Y once más tarde, en 2021, sigue al pie del cañón, disfrutando y haciendo disfrutar a los demás de sus clases de spinning como si fuera la primera. Así nos lo cuenta.
¿Por qué spinning?
Desde que era pequeño me ha gustado mucho la bici. También salgo a correr y voy al monte, pero mi pasión siempre ha sido esa. Los gimnasios nunca me habían llamado mucho la atención, hasta que probé spinning y me encantó. Me permitía entrenar y mantener el tono en invierno, cuando no podía salir a andar en bici. Venía con Vanessa y Amancio, que sigue dando clase. Con ellos aprendí todo y aquí me he quedado.
¿Cuáles son los beneficios de esta disciplina?
Es un deporte que no es lesivo, es más suave que correr, por ejemplo. Por eso se trata de una actividad recomendada para todo el mundo. Además, con la rueda de las bicicletas estáticas, cada uno puede regular y adaptar la intensidad del ejercicio. Es un complemento ideal a cualquier deporte, sobre todo cuando hace mucho frío y no se puede entrenar fuera.
Se trata de una actividad individual y colectiva al mismo tiempo. ¿Cuál es el ambiente de las clases en el Polideportivo?
Somos un EQUIPO y esa palabra nos representa, la gente se siente parte del grupo y aunque es una actividad individual en el que cada uno se regula y busca su propio objetivo siempre llegamos juntos a la meta. Un buen equipo de música y el juego de luces del que disponemos en la sala permite focalizarnos en el objetivo, guiarnos a través del recorrido y potenciar ese sentimiento de equipo.
¿Y cómo se ha adaptado ese equipo a la situación provocada por del covid-19?
Hace casi un año que retomamos la actividad tras el parón por el confinamiento y afortunadamente no hemos tenido ninguna incidencia relacionada con el covid-19. Desde el primer día teníamos claro que lo más importante era una buena ventilación de la sala y a pesar del frío durante este invierno lo hemos cumplido para hacer de este espacio un sitio seguro.
Hay clases «normales» y clases un poco más especiales. De vez en cuando, la sala de spinning se transforma en Río de Janeiro en carnavales, la ruta de la Javierada, o incluso el recorrido del encierro en sanfermines. ¿Por qué las clases temáticas?
Siempre me ha gustado preparar clases nuevas y hacer entrenamientos diferentes, con música distinta. Estoy todo el día con el Shazam y cuando escucho una canción nueva digo: ¡esta la añado en clase! Es lo que tiene ser monitor. Así empecé a agrupar músicas y a hacer sesiones temáticas. He hecho por países (Francia, Italia, Brasil…), de películas Disney, de carnavales, por décadas, de diferentes estilos de música… Y además, en las clases normales, mezclo un poco de todo. La música es muy variada para poder llegar a más gente.
¿Y cuál es la experiencia de los socios?
Les gusta mucho. Vienen emocionados y vestidos incluso. Yo me he disfrazado de casi todo, lo último: con camiseta blanca y pañuelico para celebrar la escalera sanferminera del 5 de mayo.
Aparte de la música y el tema. ¿De qué se componen las sesiones?
Una sesión se compone siempre de cuatro partes, una inicial de calentamiento donde buscamos poco a poco aumentar la frecuencia cardiaca y preparar los músculos para el ejercicio. La parte principal que es el grueso de la sesión y en dónde podemos realizar diferentes trabajos en función del objetivo que tengamos ese día: fondo, fuerza, intervalos, alta intensidad,… La vuelta a la calma que permite una reducción gradual de la frecuencia cardiaca, no es conveniente parar de golpe y este tiempo nos sirve para ir poco a poco recuperando. Y por último los estiramientos, en este deporte involucramos todo el cuerpo así que es fundamental estirar antes de terminar.
¿Qué es lo que resulta más satisfactorio para los socios?
En las bicis se marca la distancia realizada, eso siempre es muy gratificante después del entrenamiento, para mí también. Además, ven cómo van cumpliendo sus objetivos y se encuentran mejor. Aparte de que les gusta el entrenamiento y se lo pasan bien.
¿Y para ti?
Ver que la gente disfruta y te dice cómo han entrenado, cuánto han sudado… Que me digan que se encuentran mejor desde que vienen a spinning.
Me imagino que después de tantos años, si sigues dando clases de spinning es porque tú también tienes esa misma experiencia. ¿Qué suponen para ti las clases?
Yo soy ingeniero informático, no me dedico exclusivamente a esto, así que para mí, después de ocho horas trabajando, suponen un desconectar y cambiar de aire. También me gusta porque hago piña con los socios. De aquí tengo un montón de amigos con los que sigo en contacto. Es verdad que del Polideportivo Larraona surgen amistades.