El pasado martes nos adentramos en la clase de sevillanas para adultos dirigida por la profesora María Cruz. Fue una hora llena de ritmo, aprendizajes y buen ambiente. Hablamos con ella para conocer más sobre su trayectoria, sus clases y lo que hace especial la experiencia de aprender sevillanas en el Polideportivo.
Los comienzos de Mari Cruz: el baile desde pequeñita
Desde su infancia, el baile ha sido una parte fundamental de su vida. Comenzó su formación en la Casa de Andalucía Navarra y, con el tiempo, amplió sus habilidades en danza clásica sin perder nunca su arraigo con las sevillanas y el flamenco.
Su llegada al Polideportivo Larraona fue una evolución natural de su experiencia previa. «Comencé a dar clases en la Casa de Andalucía Navarra hace unos 7 u 8 años. Luego conocí el Polideportivo y empecé con un grupo de señoras que ya conocía. Con el tiempo, se unió más gente, y la actividad ha seguido creciendo», cuenta.
Sus alumnos: la amistad que surge del baile
Disfruta tanto de enseñar como de ver la felicidad de sus alumnos al estar en clase. Más allá del aprendizaje técnico, destaca el buen ambiente de compañerismo que se ha creado en el grupo. Muchas de sus alumnos no solo acuden a clase para aprender, sino también para compartir momentos y fortalecer lazos de amistad. Esto ha hecho que la enseñanza de las sevillanas se convierta en una experiencia enriquecedora tanto a nivel técnico como humano. Incluso nos comenta que, “el ambiente es tan bueno que muchas veces, después de clase, quedan para tomar algo. Cuando alguien nuevo se une, siempre es recibido de manera muy positiva».
Los alumnos están tan contentos con las sevillanas que se ha formado un grupo de baile que ya lleva varios años actuando en residencias de ancianos. «Es una experiencia maravillosa. Nos organizamos, preparamos el vestuario y las coreografías. De hecho, la próxima actuación será el 24 de abril en la residencia Amavir de Sarriguren, para la Feria de Abril».
Dinámica de la clase
Las clases incluyen un calentamiento de brazos, técnica y corrección de postura. «Siempre empezamos con calentamiento y técnica, luego practicamos sevillanas, incorporando algunas veces más elementos como mantón, sombrero o zapateado. Intento adaptar las clases según la edad y el nivel de los participantes”, explica la profesora.
María Cruz te anima a probar
Si dudas en apuntarte por vergüenza o inseguridad, María Cruz te anima: «El ambiente es estupendo, todos son bienvenidos. Se aprende de forma natural, nos reímos mucho y además es una forma excelente de hacer ejercicio».
Sin duda, María Cruz ha logrado mucho más que enseñar sevillanas en el Polideportivo Larraona: ha creado una comunidad unida por la pasión por el baile y la amistad. Si tienes curiosidad por probar esta disciplina, ¡no lo dudes! Aunque no pilles la técnica enseguida, lo acabarás haciendo y seguro que por lo menos te lo pasas genial.