Gimnasia rítmica: motivación y aprendizaje

Entrenadora de gimnasia rítmica practicando técnica con alumna

En el polideportivo Larraona, la gimnasia rítmica no solo se trata de movimientos técnicos y ejercicios complejos, sino también de disfrutar del proceso de aprendizaje. Así lo explica Iranzu Torrecilla, entrenadora del grupo de iniciación de niñas de entre 6 y 9 años, quien se dedica a guiar a las pequeñas en su camino por este deporte con pasión y paciencia.

Entrenadora de gimnasia rítmica con alumnas

Ser entrenadora, un sueño cumplido

Iranzu, quien comenzó a practicar gimnasia rítmica desde muy joven, siempre soñó con transmitir la misma pasión y entusiasmo que sus entrenadoras le inculcaron. «La gimnasia es un deporte hermoso, pero es efímero. Por eso decidí formarme como entrenadora, para seguir conectada con este mundo que tanto amo», asegura. Desde 2021, tras finalizar su título como entrenadora, ha estado trabajando con niñas de diferentes edades, logrando que, en este corto tiempo, sus alumnas crezcan y mejoren constantemente.

clase de gimnasia ritmica

Una clase llena de diversión y aprendizaje

En cada clase, la dinámica no se limita a la técnica, sino que Iranzu busca mantener un equilibrio perfecto entre disciplina y motivación. «Lo que más me gusta es cuando veo a las niñas superar sus propios límites. Ver cómo un ejercicio que al principio parecía muy difícil, finalmente lo consiguen, es una satisfacción inmensa», comenta la entrenadora.

El ambiente en sus clases se caracteriza por ser alegre y animado, especialmente gracias a la selección musical. «Siempre elijo música alegre y enérgica que inspire a las niñas a moverse. A veces ellas también piden sus canciones favoritas, y me encanta incluirlas”. La música no solo crea una atmósfera entretenida, sino que también ayuda a mejorar la coordinación y el ritmo, elementos clave en la gimnasia rítmica.

Clase de gimnasia rítmica infantil

Ejercicios que fortalecen cuerpo y mente

Uno de los ejercicios favoritos de Iranzu es la «plancha con paso lateral», que fortalece la musculatura core y mejora el equilibrio. Este tipo de movimientos son esenciales en la gimnasia rítmica, ya que ayudan a las niñas a desarrollar la fuerza y la estabilidad necesarias para ejecutar las figuras más complejas con seguridad y precisión.

calentamiento de la clase de gimnasia ritmica

Consejos para principiantes

Iranzu va más allá de que una persona sea principiante o avanzada en esta disciplina, “lo importante es tener ganas de aprender y ser constante. Con el tiempo, lo que parecía difícil se vuelve divertido». Además, resalta la importancia de dar el primer paso y aventurarse a inscribir a los pequeños en clases como las que ofrece el Polideportivo Larraona. «La mayoría de las niñas en mi grupo nunca habían hecho gimnasia rítmica antes, y ahora están encantadas. Aquí se aprende paso a paso, y lo bonito es que avanzas poco a poco, ganando confianza en ti misma», afirma Iranzu.

estiramiento de clase de gimnasia ritmica

El verdadero logro: la perseverancia

Para Iranzu, lo más gratificante es ver cómo sus alumnas crecen no solo como gimnastas, sino como personas. «Me siento muy orgullosa de la perseverancia de mis alumnas. Aunque los movimientos no salgan perfectos al principio, ellas siguen intentándolo hasta conseguirlo», comenta. Esta actitud demuestra que, más allá de la técnica, lo que realmente importa es la actitud y las ganas de seguir aprendiendo.

Ejercicios técnicos gimnasia rítmica

Una clase llena de sorpresas

Las clases de Iranzu no solo son rigurosas y didácticas, sino también espontáneas y divertidas. Una anécdota que recuerda con cariño es un día en el que las niñas, mientras realizaban un circuito con los cinco elementos básicos de la gimnasia rítmica (aro, cinta, pelota, mazas y cuerda), empezaron a jugar a saltar la «serpiente» que una de ellas había formado con la cinta. «Fue un momento muy divertido, donde cambiamos la dinámica de la clase y nos reímos muchísimo», recuerda Iranzu.

En definitiva, las clases de gimnasia rítmica en el Polideportivo Larraona son mucho más que simples entrenamientos: son un espacio donde se combina disciplina, diversión, esfuerzo y superación. Las niñas no solo aprenden a dominar su cuerpo, sino también a creer en sí mismas y disfrutar del camino hacia sus metas.